Qué taal!!?? He estado un tiempo en inactivao, con este capítulo tal cual está ahora, sin saber si terminarlo así o seguirlo… Pero me he dado cuenta del tiempo que hacía que no actualizaba y he decidido publicarlo ya °.°’
Espero que no os desagrade y prometo volver con trama más interesante pronto =3
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Estoy comiendo junto con Jurina. Ella me está contando anécdotas de la universidad, pero en mi mente solo aparece la imagen alada de Erika. Es hermosa, lo más hermoso que he visto jamás, demasiado para pertenecer a los humanos.
-Rena. -escucho la voz de Jurina, que llama mi atención haciendo un puchero -¿Qué te tiene tan embobada? -cambia el tono de voz una vez ha captado mi atención.
-No, nada. -le respondo rápidamente -¿Qué decías? -desvío la conversación.
-Parece que alguien ha tenido fiesta… -arquea las cejas, mostrando una sonrisa maliciosa.
-¿Qué dices? -siento que me arden las mejillas y mi cuerpo quiere salir corriendo del salón, lejos de mi hermana pervertida.
-La camarera, ¿verdad? -sigue con el interrogatorio.
La fulmino con la mirada, pero ya se ha inmunizado a ella. Al segundo, Jurina baja la mirada y parece pensar en algo.
-Se llama Erika… -le digo, intentando entender su estado de ánimo.
Ella levanta la mirada, sorprendida, y parece estar reprimiendo algo.
-¿Entonces…? -empieza a tantear, supongo que ordenando mentalmente todas las preguntas que le rondan por esa cabecita pervertida -¿Estáis saliendo?
Me sorprende su pregunta, pero no por la pregunta en sí, sinó por ser Jurina quien la ha formulado.
-Supongo… no sé… -en estos momentos me vuelvo consciente de lo difícil que es responder a esa pregunta -No lo hemos hablado. – concluyo, pensando que es la mejor respuesta para estos momentos.
-Eso quiere decir que vosotras ya habéis… -y aquí está la pregunta estilo Jurina.
-¿Y tú? -pero esta vez estaba lista para contraatacar -Nunca hablamos de ti. -le miro de forma inquisidora.
Entonces veo como el color de cara de mi hermana cambia a un rojo casi chillón.
-¿Con quién? -le pregunto dando esa respuesta fisiológica como un sí -No sabía que estuvieses saliendo con alguien. -le recrimino ofendida.
-Realmente… -empieza a hablar desviando la mirada a un lado -no estamos saliendo… simplemente…
-¿Qué? ¿Enserio? -me escandalizo, echando la silla hacia atrás para tener más espacio -Habrás utilizado protección al menos. -endurezco la mirada.
-Rena, tranquila. -dice rápidamente sacudiendo las manos en señal de negación -Nos conocemos de hace muchos años. -sigue explicándome para que no siga con la charla.
Levanto una ceja en señal de desaprobación y espero una explicación por su parte. Y en ese momento me vuelvo consciente de que nunca le he hablado del tema, a pesar de que ella siempre lo ha tratado con naturalidad. Aún así, me preocupa el hecho de que no esté bien informada, ya que a mí me hubiese gustado que alguien me hablase de todo lo que conlleva empezar a mantener relaciones.
-Jurina. -suspiro al darme cuenta del paso de los años en la menor -A pesar de que os conozcáis, la protección siempre es necesaria para evitar problemas futuros y no solo un embrazo… -empiezo a explicarle.
-Rena… -se queja dejándose caer en el respaldo de la silla -Sé que no tiene ninguna ETS y no me puede dejar en estado.
-Vaya… -punto a favor de Jurina -¿Puedo… -al empezar la pregunta, noto que se tensa -… preguntar hasta dónde habéis llegado? -al terminar la pregunta parece relajarse, y este hecho me preocupa, y no puedo evitar intentar averiguar qué tipo de cuestión intenta evitar.
-Si lo que quieres saber es sí soy virgen, lo soy. -deja la mirada fija en mi -Y no voy a decirte que cosas hago en la cama con ella. -gira la mirada -Es muy raro. -murmura, roja como un tomate.
-Vale, tienes razón. -creo que el rollo amiga de mi hermana menor puede excluir este tema -¿Sabes que acostarse con una mujer también implica perder la virginidad, no? -intento que entienda más sobre la sexualidad.
-¿Quién ha dicho que estoy con una mujer? -se sorprende, volviendo a centrarse en mí.
-Tú, hace nada.
Me quedo perpleja por su reacción, ya que ella sabe que me gustan las mujeres desde que tiene uso de razón.
-¿Qué te molesta de este asunto? -inquiero, volviendo a acercarme a la mesa para mostrale mi apoyo.
Jurina duda, bastante tiempo mientras se remueve en su silla, y responde sin levantar la mirada de la mesa.
-Es Churi… -musita, juguetenado con sus manos -Sus padres no lo saben y… -carraspea para aclarar la garganta -Les molesta que vaya conmigo porque tu estas públicamente fuera del armario.
Siento como mis ojos se han abierto como platos. Ahora dudo de si soy la más apta para tratar el tema con ella o no, por lo que me quedo en silencio mirando mis manos.
-No llegamos a hacer nada porqué sus padres llegaron a casa… y he tenido que salir por la ventana. -suspira dejándose caer sobre la mesa.
Me quedo perpleja al escuchar lo que acaba de contar y me paro a analizar detenidamente cada punto. Una vez ordenados mis pensamientos empiezo a indagar.
-No sabía que Akane y tú estuvieseis juntas… -me indigno -Ni siquiera que te gustaba.
-A ver… -se echa el cabello hacia atrás -Hace poco que me di cuenta de ello, de que me gustaba. -empieza a explicarme tranquila -Pero realmente todo empezó con un juego. -percibo como sus mejillas se colorean.
-¿Un juego? -me sorprendo al no entender a que se refiere al decir juego.
El rojo de sus mejillas aumenta hasta el punto de ser casi fosforito.
-De practicar…
Deja la frase a media y mi mente empieza a desglosar el término “practicar” hasta que doy con la respuesta.
-Pensaba que eso era un mito. -le confieso sorprendida.
Ella me mira inquisitiva, o incrédula.
-Yo lo he descubierto todo sobre la marcha. -aclaro mostrando orgullo.
Jurina asiente, pero sigue sin creerme.
-Y… -sigo con el tema principal, aprovechando la pausa -Por lo que me has dicho, ¿sus padres son homófobos?
Asiente cabizbaja, y su estado de ánimo sigue decayendo.
Llevo una mano a mi frente, intentando buscar alguna respuesta o solución al respecto. Empiezo a preguntarme qué haría yo en su lugar, aunque no hay muchas alternativas al respecto. A día de hoy, yo estoy en una situación similar, al tener que esconder que mi pareja es avialae, pero tengo más opciones al tener una economía estable…
-¡Ya lo tengo! -mi voz asusta a Jurina, quien casi cae de la silla. Al ver que ha conseguido recuperar el equilibrio, sigo con mi explicación:
-Es un plan, con varias partes por si la primera sale mal. -la menor me mira sorprendida y confusa -Primero que todo, diálogo… -Jurina levanta una ceja en señal de desaprobación- Hay que intentar hablar con lo padres, aunque no lo creas, -evito que la joven haga su intervención -hay personas que no entienden que el amor no es algo dañino, que viene con quien menos nos esperamos, y solo hay que hacerles entender.
-Pero…
-Aquí está la segunda parte del plan. -sigo al saber las intenciones de la menor -Puedo intentar hablar yo con ellos.
-Sabes que eso es imposible… -musita Jurina, dejándose caer nuevamente sobre la mesa -Si ni siquiera la dejan venir aquí…
Siento una punzada en el corazón al verle así.
-La tercera parte del plan… -sigo decaída- Es la que tuve que hacer yo… -El recuerdo de ese momento me golpea la mente -Huir juntas… -concluyo.
Jurina se incorpora rápidamente, boquiabierta, con incertidumbre en su mirada.
-¿Te fuiste por ese motivo? -me pregunta sin dar crédito a la situación -Pensaba que papá y mamá te aceptaban… Parecía todo tan normal…
-Lo hacían por ti. -le explico rodeando sus manos con las mías -Pero todo era para que volviese a casa.
Jurina se remueve sobre la silla y mira hacia los lados pensativa. La observo atentamente, intuyendo sus pensamientos.
-Podría quedarse quedarse aquí… -suspiro costosamente, tras analizar nuestra situación económica.
Mi hermana me mira con brillo en los ojos, pero rápidamente se le apaga al ver mi mirada.
-¿Qué pasa? -pregunta levantando una ceja -¿Qué no me has contado? -me interroga, fijándose en mis ojos, para detectar cualquier ápice de mentira o verdad.
-De ahora en adelante vamos a tener que apretarnos el cinturón. -le muestro media sonrisa, ante su mirada de incertidumbre -Tengo que abandonar mi investigación. -vuelvo a suspirar.
Jurina sigue con su mirada inquisidora, esperando alguna explicación coherente que nunca va a escuchar.
Me levanto de la silla, salgo de la cocina y me detengo en el salón, huyendo de las dudas de mi hermanita. Empiezo a pensar en todas las salidas que me quedan para poder seguir llevando dinero a casa y saco cálculos para saber cuánto tiempo podemos estar, si viene otra boca más, hasta que encuentre otro medio de ingresos.
Mi móvil suena, arrancándome de mis pensamientos de forma brusca. Saco el aparato de mi bolsillo con desdén, pero enseguida me relajo al leer el nombre de llamada entrante.
-Erika… -intento recuperar fuerzas -Dime…
-¿Ha pasado algo? -pregunta al detectar mi humor apático -¿Quieres que nos veamos?
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~FIN~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
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Unión de Poder 