Unidas por el destino 4/9

——AKB48

Está oscureciendo. Haruka está haciendo los deberes en casa de Yui. Está en su habitación. El gatito está sobre sus rodilla. Yui entra en la habitación.

-Ya se ha hacho tarde. ¿Cómo lo llevas?- se inclina para ver qué ha hecho- Tiene buena pinta. Parece que ya lo entiendes.- le sonríe.

Haruka simplemente asiente sonrojada.

-Cuando termines te acompaño a casa.- dice Yui. Mira la hora- ¿Quieres quedarte a cenar? Ya casi es hora.- Haruka vuelve a asentir- ¿Qué te apetece?- dice muy animada.

-Cualquier cosa estará bien.- le muestra una sonrisa tímida.

-De acuerdo… Pues… – se queda un momento pensando- Voy a ver qué preparo.- sale de la habitación volviendo a dejar a Haruka sola.

Yasashii, ne? Bisu. – le habla al gatito. Este maúlla- Te ha elegido un nombre muy bonito. Bisu…- lo acaricia. Sigue con los deberes. Termina el ejercicio y recoge- ¿Crees que debería salir o me espero aquí?- el gatito se despereza y salta de sus rodillas- Pues saldré…- se levanta, pero por estar tanto tiempo arrodillada, tiene las piernas adormidas y está a punto de caer- Menos mal que me he levantado ahora.- se ríe un poco. Respira hondo antes de poner la mano en el pomo de la puerta. La puerta se abre. La ha abierto Yui. Haruka suelta la puerta como si esta quemase.

-¿Ya has terminado?- le dice sonriendo. Haruka asiente- Vamos al comedor.- le indica que salga- ¿Has avisado a tus padres?- dice sentándose en el sofá e indicándole que haga lo mismo.

-A-ahora lo hago.- dice nerviosa. “Se me había olvidado.” Piensa mientras busca el móvil. Llama y espera a que contesten.

Familia Shimazaki– se escucha al otro lado del aparato.

Otousan, no me esperéis para cenar.- habla un poco nerviosa.

¿Dónde cenas?– suena un poco enfadado.

-Me ha invitado una amiga.- está más nerviosa.

-…

-¿Otousan?- la llamada se cuelga. Deja el móvil en la mochila.

-¿Va todo bien?- le pregunta preocupada. Haruka sigue simplemente asintiendo- ¿Puedes quedarte?- responde de igual forma- Ven, siéntate.- dice guiándola con una mano en la espalda- Pereces preocupada…- ahora niega. Yui se queda pensativa- Siento agobiarte tanto…- se disculpa- Voy a preparar la cena.- se levanta cabizbaja. Va a la cocina.

Haruka se queda sola en el sofá. Está sin expresión alguna aunque parece que quiere llorar. Las lágrimas no tardan en hacer su aparición. Intenta retenerla, no quiere entrometer a nadie en sus problemas. Pero el peso que tiene es tan grande que no lo consigue. Llora. Yui, que estaba mirándola mientras preparaba la cena, se acerca a ella dudosa. Permanece un momento mirándola. A cada lágrima que ve salir se siente cada vez peor. La abraza desde detrás del sofá por la espalda. Ahora llora más.

-Desahógate todo lo que te haga falta… Voy a estar aquí, contigo. No voy a dejarte sola.- le dice casi en un susurro.

Haruka se gira y, subiéndose en el sofá, le abraza. Yui se sorprende un poco pero en seguida le corresponde el abrazo.

——–

Sumire i Karen hablan alegremente sentadas en un banco. Sumire se fija en la altura del sol.

-Creo…- corta a Karen quien estaba hablando- que debería irme. No tardará en empezar mi turno en el restaurante.- dice un poco nerviosa.

-Te acompaño.- dice Karen con una sonrisa mientras se levanta- ¿Vamos? Antes de que se haga más tarde.- sigue sonriendo.

-Tengo que pasar por casa a darle de comer a Kuro-chan.- comenta apenada.

-¿Quieres que vaya yo? No me importa. Y de paso le hago un visita.- sigue con la sonrisa en el rostro.

-Me harías un gran favor.- sigue apenada- Te doy mi dirección.

-Espera.- dice Karen buscando en la mochila. Saca una libretita y un boli- Seguramente se me olvidará, ¿te importa apuntármela?

-Claro.- coge la libretita y apunta la dirección- No está muy lejos de aquí.

-De acuerdo.- dice analizando la dirección- Nos vemos después en el restaurante.

Sumire asiente y observa como se aleja su compañera. Mira la hora. “Llegaré tarde.” Empieza a andar casi corriendo. Gira en la salida del parque y choca con alguien.

-Lo siento.- dice cabizbaja. Sigue andando.

-No es…- deja a Yuki con la palabra en la boca.

-Parece que tiene prisa.- le comenta Mayu mirando como se aleja igual que Yuki.

-Me suena mucho. La he visto en alguna parte…- se queda pensativa- No recuerdo donde, pero sé quien es.- sigue pensando. El gatito maúlla.- ¿Tú sabes quién es?- le pregunta divertida al gatito.

-¿Le hablas al gato?- pregunta Mayu entre burlona e interrogativa.

-No es por nada, pero a veces da la impresión de que me entiende.- dice reteniendo un puchero.

-Lo que tú digas.- mira la hora- Yo me voy. No vemos en otro momento.- le saluda con la mano.

-Te acompaño, se ha hecho tarde.- dice Yuki corriendo para estar a la misma altura que Mayu.

-No hace falta.- comenta nerviosa.

-Todavía me queda mucho tiempo antes del próximo turno. Deja que te acompañe.- le sonríe.

-Tú lo que quieres averiguar es donde vivo.- comente haciéndose la interesante y mirándola de reojo.

-Sé donde vives. He llenado tus expedientes muchas veces.- dice de igual forma.

-Das mucha rabia, ¿lo sabías?

-Eres la primera que me lo dice.- habla ahora divertida- Vamos, Mayu-chan, antes de que sea más tarde.

“¿Mayu-chan? ¿Qué confianzas son esas?”

(-Puedes llamarme por mi nombre, Yuki. Pero solo cuando no esté de servicio.)

Mayu sonríe para sí misma al recordarlo. “¿Qué clase de policía eres?”

-Parece que estás más animada.- comenta divertida.

-He recordado algo divertido.- disimula.

-¿Puedo saber qué es?- dice más animada acercándose más a ella.

-Los pensamientos son secreto.- dice empujándole un poco para que se aleje.

-De… acuerdo…- dice mientras piensa.

Llegan a casa de Mayu.

-Ya hemos llegado.- dice un poco seca Mayu.

-…- “¿Dónde está la chica alegre de hace un momento?” Yuki se entristece.

-Hasta luego.- dice poniendo la llave en la cerradura.

-¿Te apetece quedar otro día?- comenta Yuki nerviosa.

-Nos veremos seguro.- abre la puerta y entra.

Yuki se queda un rato mirando la puerta cerrada. Suspira. “No quiero vernos como siempre.” Da media vuelta para volver. Se escucha la voz de una mujer en el interior de la casa que no es la de Mayu. Yuki se tensa al escucharla. “¿Su tía…?”

——–

Mako y Juri han cenado en silencio. Juri quiere saber qué le pasa a su amiga pero no quiere preguntarle directamente, no otra vez. Prefiere que sea ella quien lo comente. Recogen la mesa y limpian los platos. Cuando terminan, Mako coge al gatito que andaba por la cocina.

-¿Le ponemos el nombre?- pregunta Juri intentando romper el silencio que es más que molesto. Mako no dice nada y va a la habitación. Juri va tras ella- ¿Qué clase de nombre crees que le irá bien?- dice subiendo las escaleras tras Mako. Entran en la habitación- ¿Misu?- sigue para intentar animarla. Mako la mira extrañada.

-No me gusta.- dice con media sonrisa.

-Pues…- dice más animada. “Parece que funciona.”- ¿Dora-dora?

-¿De Doraemon?- se ríe.

-¿No?- “Funciona.”- Pues a ver este… Kitty.

-Nooo…- levanta al gatito hasta tenerlo frente a su cara- ¿A qué no te gusta?- le dice riendo. El gatito maúlla- No le gusta.

-¿Chi?- dice exagerando el gesto como si fuese una gran idea.

-Un nombre que no sea de anime.- sigue riendo.

-Pues elige tú.- le reta.

-Déjame que piense…- analiza al gatito- ¿Kirā?

-¿ Kirā? Mmm…- analiza bien el nombre- Me gusta.

-¿A ti te gusta?- le pregunta al gatito. Este se mima en ella- Parece que sí.

-Pues Kirā.- se queda mirando como sonríe su amiga.

-¿Pasa algo?- dice Mako mirando detrás de ella.

-Nada.- sigue sonriendo- Me gusta verte así.

Mako se sonroja. Se vuelven a quedar en silencio. “¿Otra vez?”

-Te había dicho que…- empieza a hablar Mako- te contaría lo que me pasa cuando llegásemos a casa…- baja la mirada.

-Si no quieres…

-Quiero contártelo…

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Jurina y Rena llegan a casa de la segunda. Rena entra con cuidado mirando el suelo.

-Ve con cuidado de no pisarle.- dice mientras busca por la casa- Gatito, ¿dónde estás?

-Como si te fuera a entender.- dice apoyada en el marco de la puerta. El gatito sale de donde estaba y va corriendo hacia Rena.

-Buen chico.- dice cogiéndolo al brazo- ¿No vamos?- muestra una sonrisa victoriosa.

-¿Ya lo has domesticado?- dice Jurina dejando paso a Rena.

-Ha sido casualidad.- le guiña un ojo.

“¿En serio? Y lo admite con toda tranquilidad.” Jurina mira extrañada a su profesora.

-Por cierto.- dice Jurina después de estar un rato pensativa- ¿Vas a seguir llamándole “gatito”?

-Obviamente, no.- responde con una mueca infantil- Todavía no sé qué nombre ponerle…- mira a Jurina – ¿Cual le pondrías tú?

-Eso es cosa tuya, ¿no es tuyo?- dice intentando quitarse esa responsabilidad.

-Es que no encuentro un nombre que le pueda quedar bien…- muestra un puchero poco visible.

Jurina la mira entre interrogativa y divertida. Nunca se hubiese imaginado que sería así.

-¿Naito?- dice Jurina como si nada.

-Me gusta.- dice contenta Rena. Ahora está mucho más animada.

Llegan al veterinario. Le hacen la revisión y se lo devuelven.

-Está sano.- dice la veterinaria al entregarlo.

-Que bien.- dicen las dos al mismo tiempo. Rena mira divertida a Jurina.

-Muchas gracias.- dice Rena cogiendo a Naito.

-Gracias a vosotras.

Ambas salen de la clínica. Se quedan un momento delante de la puerta.

-Bueno…- empieza a decir Jurina- Yo me voy ya.

-Te acompaño. Estás un poco lejos de tu casa y has venido hasta aquí porque te he traído yo.

-He venido porque he querido. No hace falta que me acompañes. Sé ir sola.- dice con un poco de ira en las palabras. Rena la mira extrañada- Me voy.

-Espera.- le coge por la muñeca.

-¡Suéltame!- dice liberándose de forma violenta. Rena está asustada. La mirada de Jurina se ablandece al ver a Rena así- Déjame.- dice ahora más bajo y tranquila.

Rena mira como se aleja. Naito maúlla. Rena sigue el mismo camino que Jurina, sin acercarse demasiado. Va andando evitando que se dé cuenta de que la sigue. Llegan a una casa con evidentes signos de abandono. “¿Es aquí donde vive?”

——-Fin del capítulo